Cada once de septiembre en Nueva York rendimos homenaje a las víctimas de los infames atentados que se produjeron en el corazón de la ciudad en 2001.
En señal de duelo, ese día las banderas en todo el país ondean a media asta, y la jornada comienza con un minuto de silencio, anunciado por el presidente a las 8:46 horas, el momento exacto en el que el primer avión impactó contra la torre norte del World Trade Center.
A lo largo de toda la mañana se desarrollan diversas ceremonias en los templos religiosos próximos a la "zona cero" del atentado, así como en el complejo que se levantó en el lugar donde estaban ubicadas las torres: el 9/11 Memorial & Museum, que ese día interrumpe su actividad habitual para acoger los actos en homenaje de las víctimas.
Entre todos ellos, uno de los más emotivos es la ofrenda floral que realizan los familiares en memoria de los fallecidos en los atentados.
Apertura del 9/11 Memorial y el espectacular Tribute in Light
A partir de las tres de la tarde y hasta las doce de la noche se abre al público el 9/11 Memorial, el monumento que recuerda a las víctimas del 11-S.
Aquí, tras la puesta de sol, tiene lugar lo que se conoce como Tribute in Light, una conmemoración en la que se hacen brillar hasta el cielo dos potentes luces alimentadas por 88 reflectores que recrean las antiguas torres gemelas.
En este emotivo acto, muchas personas también se unen espontáneamente encendiendo velas en recuerdo de todos los que murieron ese día en los salvajes atentados, que tanto marcaron a la ciudad, al país y al mundo entero.
Héroes en la conmemoración del 11-S
Los bomberos y policías de Nueva York tienen un muy relevante protagonismo en los actos de cada 11 de septiembre, ya que los miembros de ambos cuerpos acuden a rendir tributo a la heroicidad de los cientos de compañeros fallecidos en acto de servicio.
Su punto de reunión habitual antes de dirigirse a las ceremonias y homenajes es el O’Hara’s Pub, situado muy cerca del emplazamiento del World Trade Center y, que como el resto de locales de la zona, fue reducido a escombros a consecuencia del atentado. Aún así, tan solo siete meses después resurgió de sus cenizas y abrió de nuevo sus puertas.
Esto supuso una auténtica metáfora del espíritu de resiliencia de esta extraordinaria ciudad, que sin dejar nunca de recordar al conjunto de víctimas, fue capaz de mirar hacia delante, rebosante de vitalidad y dinamismo, que han hecho de ella la urbe más emblemática de la esperanza frente al terror.
Una ciudad que mira hacia adelante
Si tu viaje a Nueva York coincide con los homenajes del 11-S, merece la pena acercarse a visitar los monumentos conmemorativos y contemplar los distintos actos en memoria de las víctimas.
Es muy emocionante y emotivo comprobar cómo todos los neoyorkinos, con independencia de su credo, ideología o procedencia se unen ese día para rendir tributo a los suyos. Esto establece una comunión que supone la prueba más sólida de que el espíritu característico de la ciudad se ha mantenido inquebrantable más de 20 años después de su día más oscuro.
En nuestra ruta del Free Tour por Nueva York visitamos esta emblemática zona, y te explicamos en profundidad lo que supuso el 11-S para la fisionomía de la ciudad y el día a día de sus habitantes.
